Manuel Semper Franco (1)
El proceso de crisis en el que
estamos inmersos está ocasionando cambios importantes en la realidad social y
económica de España. Especialmente en la de aquellos hogares que, antes de la
crisis, estaban en situación de vulnerabilidad y de precariedad social, o
incluso de pobreza y exclusión social.
Recientes informes de Cáritas han
puesto de manifiesto entre muchas otras cosas el gran aumento experimentado en
el número de personas atendidas (174%). Nos repiten que es demanda de
necesidades básicas, siendo las de alimentación las más solicitadas, seguidas
de vivienda y empleo. Y que la escucha y los espacios donde hablar es la necesidad
no económica más extendida.
Todos los informes destacan que
la fábrica de la pobreza está en el desempleo, que el elevado número de
personas sin trabajo, que mes tras mes están pasando a ser de larga duración,
que más del 50% de jóvenes en paro, que parejas jóvenes con hijos tienen que
depender de los abuelos, indica una sociedad sin futuro. También indica una
primera solución: más empleo de calidad. Para ello: los bancos deben recuperar
su papel productivo y abandonar su actividad especulativa, también lo público
debe centrarse en crear empleo. Si sumamos ambas iniciativas: banca
verdaderamente pública.
Además, los recortes sociales que
los gobiernos están aplicando recaen sobre todo en las espaldas de los
trabajadores que siempre son los mismos los que pagan las crisis, generando más
pobreza. Segunda solución: sistema fiscal justo y redistributivo, "de cada
cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades".
Los recortes en enseñaza, en
sanidad, en cotizaciones, en pensiones, etcétera, suponen, además, la pérdida
de derechos sociales. La crisis nos está cambiando como sociedad y estamos
asistiendo a la pérdida de avances sociales que no recuperaremos cuando
finalice la crisis. Está muy demostrado que los incrementos en las tasas de
pobreza que tienen lugar en épocas de recesión no se ven compensados en épocas
posteriores de bonanza.
Sin embargo, estamos en época de cambios a peor. Más allá de cambios coyunturales, la crisis ha modificado algunos aspectos que debemos considerar como estructurales. Estos cambios, siguiendo el resumen de Cáritas, son:
Sin embargo, estamos en época de cambios a peor. Más allá de cambios coyunturales, la crisis ha modificado algunos aspectos que debemos considerar como estructurales. Estos cambios, siguiendo el resumen de Cáritas, son:
a) El incremento de la
desigualdad y de la pobreza. La acumulación de desventajas en más de una cuarta
parte de la población española, con una fuerte caída de la renta nacional
disponible por persona. Esto refleja una sociedad partida por la mitad. Una
grieta cada día mayor entre la minoría de los que más ganan y la gran mayoría
de los que más nos quitan.
b) El aumento del desempleo y su
cronificación. El 55% de las personas en paro son "parados de larga
duración" y creciendo...
c) El recurso a la economía
sumergida, con lo que conlleva de desprotección de cara al futuro para quien la
ejerce, de debilitamiento de recaudación fiscal para lo público y de riesgos
legales potenciales.
d) El desgaste de los mecanismos
de protección familiar, teniendo en cuenta el papel crucial que la familia ha
jugado y sigue jugando en cuanto a cohesión y como sujeto fundamental en
nuestro modelo de bienestar.
e) El repliegue progresivo de los
sistemas de protección social. Además de la desigualdad territorial, las
prestaciones autonómicas y municipales tienen accesos más duros, retrasos en la
tramitación y reducción presupuestarias de las ayudas y del número de ayudas.
La protección a la dependencia, la Renta Básica de Ciudadanía, las ayudas de
urgencia... se reducen hasta el exterminio.
Y así estamos, cada vez peor: sin
trabajo y con recortes, con lo público centrado en rescate de entidades
financieras marrulleras, mientras aumentan los desahucios, las familias sin
ingresos, la pérdida de derechos. Cada vez más personas bajo el umbral de la
pobreza, sin lo suficiente para una vida con dignidad. Ya hemos superado el
25%, lo que quiere decir que en la provincia de Alicante somos medio millón de
pobres. Hoy es un día para tomar conciencia, para que espabilemos. Y nos
pongamos a trabajar por una sociedad mejor, más activa, más solidaria. El
llamamiento está hecho, la cita: el sábado día 20 de octubre, en Alicante, en
la plaza San Cristóbal y la Rambla de Méndez Núñez.
(1) Militante de la HOAC de Orihuela-Alicante y miembro de "Grupo de
relaciones internacionales" de la HOAC General
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