"Ignorar a los pobres es despreciar a Dios" Francisco

miércoles, 26 de junio de 2013

DOMINGO 13 DE TIEMPO ORDINARIO: "…IR A JERUSALEN"

Pepe Lozano
Consiliario Diocesano de la HOAC

La inclinación más corriente que tenemos las personas es escoger lo más cómodo, lo que no nos traiga muchas complicaciones, y, sobre todo, lo que nos conviene. Nuestra inclinación no suele ser, elegir lo más justo, lo mejor para los demás, lo que Dios quiere, sino lo que nos resulta más fácil y nos trae beneficios. Hemos escuchado que Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén… Sabía lo que le esperaba en Jerusalén, tenía claro que las autoridades querían acabar con él, pero él tenía que dar testimonio de la verdad y cumplir la misión que el Padre le había encomendado, no sus gustos, ni sus intereses.

De camino pidió alojamiento en una aldea y los habitantes de allí se negaron a recibirlo porque se dirigía a Jerusalén. La reacción de los discípulos fue: “Que baje fuego del cielo y que acabe con ellos”. Jesús les dijo que de eso nada... Esa suele ser también nuestra reacción: eliminar al contrario; no dialogar con él, no ver las cosas que nos unen para ver en qué podemos colaborar, no respetar las ideas y decisiones de los demás, aunque nos parezcan disparatadas; no, sino “que baje fuego del cielo”. Según Jesús, lo propio de los cristianos es el respeto, el diálogo, la colaboración y el querer a todos, sean quienes sean y piensen como piensen.

Y, a continuación, salen algunos que quiere seguir a Jesús. Uno le dijo: “te seguiré a donde vayas”. Pero Jesús no tenía una casa, ni un palacio, ni una finca, ni dinero para un hotel, ni grandes amistades..  No tenía donde reclinar su cabeza. Seguir a Jesús no es subir de categoría, pasar a la buena vida, ni asegurar nuestro porvenir en este mundo..  Seguir a Jesús es sacrificarlo todo por él y vivir a  la intemperie, junto con él. La casa de un cristiano es Jesús.

Otro le dijo: “te seguiré, pero déjame rimero ir a enterrar a mi padre”. (Esperar unos años hasta que su padre se muriera) Jesús le respondió que se liberara de la familia y se preocupara de la “la gran familia” de la humanidad. La familia es importante, pero hay cosas más importantes que la familia. No podemos encerrarnos en nuestra familia. Cristiano es la persona que se responsabiliza de su familia, pero que no se esclaviza con ella.

Y otro le dijo: Te seguiré, Señor, pero déjame primero despedirme de mi familia (en aquel tiempo las despedidas podían durar meses), y Jesús le respondió: “El que echa la mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios”. Seguir a Jesús no es mirar hacia atrás: lo que he sido, las cosas que he hecho, lo bien que me he portado…. Es ante todo tomarse en serio el presente y, con esperanza, comprometerlo todo por el futuro.

 

LECTURAS

1R 19,16b.19-21: Eliseo se levantó y marchó tras Elías.

Sal 15,1-2a.5.7-8.9-10.11: Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.

Ga 5,1.13-18: Vuestra vocación es la libertad.

Lc 9,51-62: Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Te seguiré adonde vayas.  Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino entraron en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: -Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos? El se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno: -Te seguiré adonde vayas. Jesús le respondió: -Las zorras tienen madriguera y los pájaros, nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza. A otro le dijo:-Sígueme. El respondió: -Déjame primero ir a enterrar a mi padre. Le contestó: -Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios. Otro le dijo: -Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia. Jesús le contestó: -El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios.

 

REFLEXION

¿Qué es lo que escojo en mi vida de cada día? ¿Lo más fácil? ¿Lo que me conviene?

¿Cómo reacciono yo ante aquellas personas que me complican la vida?

¿Qué soy yo? ¿Un devoto/a de Jesús? ¿O alguien que le sigue de cerca?

¿Qué es para mí seguir a Jesús?

¿Qué tipo de compromiso tengo con mi familia? ¿Me ayuda o me impide seguir a Jesús?

¿Se puede seguir a Jesús sin compartir la vida con los que hoy sufren en el mundo? ¿Por qué?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...