Debido a la perplejidad que ha producido a parte de
la ciudadanía (de Elche) que Cáritas se haya avenido a poner su anagrama y
colaborar en la recogida de fondos para pagar la Palmera del próximo día 29,
así como la réplica del Cáliz de la catedral de Valencia, deseo manifestar
algunas apreciaciones:
En primer lugar, que una parte del voluntariado de
Cáritas no estamos de acuerdo con este tipo de colaboraciones y así se lo hemos
manifestado a la junta directiva. Entendemos que la aportación económica a
Cáritas ha de ser desde el anonimato y la discreción, sin ostentaciones ni
componendas de ningún tipo. Que no todo vale y que el fin no justifica los
medios. Por ello no vamos a colaborar en la cuestación y nos sentimos
utilizados por parte de ambos grupos de personas que promueven sendas acciones,
alegando una causa justa.
En segundo lugar que estas personas que promueven
ambas campañas, aunque no dudo que lo hacen con buena voluntad, están
utilizando la injusticia que ha llevado al empobrecimiento de muchas personas
para conseguir su objetivo que es que se lance la palmera y que se replique el
Cáliz. En el fondo tienen muy claro qué es lo que quieren, y si sobra, pues
eso, para los pobres.
Por último, creo que en los tiempos que corren, los
cristianos debemos llevar una vida sencilla, promover la austeridad, evitar
escandalizar y pasar desapercibidos, haciendo el bien. No pretendo erigirme en
juez de nadie y por eso no juzgo personas, sino acciones, que en este caso me
permito afirmar que no son nada evangélicas, desde mi punto de vista.
Dionís Penyarroja González.
Voluntario de Caritas (Elche)
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