"Ignorar a los pobres es despreciar a Dios" Francisco

martes, 12 de febrero de 2013

INJUSTICIA E INEFICACIA. UN ANÁLISIS CRÍTICO DE LA REFORMA LABORAL DE 2012


Cristianismo y Justicia acaba de publicar un nuevo cuaderno de su "Colección virtual" escrito por Julia Lopez y titulado "Injusticia e ineficacia. Un análisiscrítico de la reforma laboral de 2012". Interesantísimo, léelo, compártelo y dialógalo con otros… y si eres creyente óralo.

Reproducimos el capitulo 5, sólo para abrir boca.

LUCHA CONTRA LA REFORMA LABORAL DESDE LA ESPERANZA, LA SOLIDARIDAD Y EL COMPROMISO SOCIAL
La reforma laboral se integra dentro de los cambios exigidos por los planes de austeridad y la primera mentira que hay que denunciar es que no hay más alternativas. Hay que gritar alto y fuerte: sí, hay otras alternativas para salir de esta crisis y han sido planteadas desde el ámbito académico, los sindicatos, los movimientos sociales y las organizaciones internacionales.

Hay alternativas

Así, la Conferencia Internacional del Trabajo en el 2005 planteó que para abordar el trabajo de los jóvenes hay que hacer un enfoque integrado, en el que se combinen políticas macroeconómicas de apoyo, y medidas específicas en relación con la demanda y la oferta de trabajo, así como con la cantidad y calidad del empleo.

Además adoptó una resolución sobre el empleo de los jóvenes, en la que figura una lista de las principales normas internacionales del trabajo relativas a este colectivo. En este contexto, se mantenía que, las políticas activas del mercado de trabajo, que median entre la oferta y la demanda puedan mitigar los fallos de educación y del mercado laboral y promover la eficiencia y la equidad en dicho mercado. Los programas de formación pueden mejorar la empleabilidad de los jóvenes desfavorecidos, especialmente cuando se combinan componentes de capacitación en el trabajo. Desgraciadamente las políticas activas de empleo han sido una de las víctimas de los Presupuestos Generales del Estado en 2012.


Posteriormente, en el 2009, el Pacto Mundial para el Empleo, aprobado por la Conferencia Internacional del Trabajo recomienda la implementación de políticas de empleo basadas en la concertación con los interlocutores sociales, para diseñar intervenciones dirigidas a la promoción del trabajo decente para los jóvenes durante la recuperación económica.

La Confederación Europea de Sindicatos ofrece alternativas a estas políticas de sacrificios insultantes para los trabajadores y pensionistas, como puede verse claramente en sus programas. Pero ni siquiera el acuerdo entre empresarios y sindicatos de 26 de enero del 2012 fue tenido en cuenta en toda la implementación de la reforma laboral.

Una espiritualidad liberadora

La reforma laboral está creando una crisis profunda en los valores sobre los que se deberían ordenar las relaciones sociales: ha roto los compromisos, fomenta el egoísmo y la prepotencia frente a la solidaridad y la escucha al otro, deja tras de sí miedo, humillación y tristeza.

Esto es lo más conmovedor de todo lo que hay que denunciar sobre la reforma laboral. La crisis económica pasará, tarde o temprano, pero los antivalores que hayamos ido dejando filtrarse sin discusión en la sociedad, formarán ya parte de las reglas futuras. Éste es el gran reto, el gran compromiso. No podemos permitir que la falta de esperanza acabe erosionando el futuro, entre otras razones porque el futuro no es sólo nuestro es de todos, de los que estamos y de los que vienen. hablemos pues de la necesidad de construir una espiritualidad que vaya siendo alimentada en un serio proceso de discernimiento sobre qué puedo aportar, individual y colectivamente al proceso de liberación de las personas. Gustavo Gutiérrez define este proceso como un camino de espiritualidad que cada vez más diáfanamente requiere una gran dosis de humildad para comprometerse con los pobres de hoy, y para ser “contemplativos en la relación” en formulación de González Faus.

Desde una espiritualidad ignaciana, se trata de saber qué queremos hacer con la propia vida: si queremos asumir el proyecto que el mundo nos filtra o si, desde una óptica de esperanza y desde la pregunta de J. Sobrino sobre ¿quién es Dios?, queremos reforzar la convicción transformadora del mundo hacia una sociedad en la que los seres humanos sean la referencia y no los mercados.

Pero la respuesta no se queda anclada en esta pregunta, sino que tiende hacia el compromiso de liberación de los hombres en mil casos concretos. La solidaridad y la esperanza han de permeabilizar cualquier compromiso asumido desde el discernimiento para poder responder a la pregunta que nos hacía Caritas Diocesana de Barcelona: tú ¿qué has hecho por las víctimas?, ¿qué haces ahora por las víctimas? y ¿qué harás por las víctimas?6. Ojalá podamos al menos contestar: tratarlas como a mis hermanos.

Bajate el cuaderno en pdf (AQUÍ)

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