"Ignorar a los pobres es despreciar a Dios" Francisco

lunes, 28 de abril de 2014

NO OS DEJÉIS ROBAR LA ESPERANZA ¡LUCHAD POR EL TRABAJO!

“El trabajo humano es una clave, quizá la clave esencial, de toda la cuestión social”

Militante de la HOAC distribuyendo el ¡TÚ!
en una manifestación de trabajadores contra
los recortes...
El 1º de mayo ha sido históricamente un símbolo de la lucha reivindicativa del movimiento obrero por afirmar la dignidad de la persona en el trabajo. Las reivindicaciones del 1º de mayo se plantean en España, en un escenario con datos tan sangrantes con los 5 millones de personas desempleadas y registradas en las oficinas de empleo, y una tasa de paro que entre los jóvenes se sitúa en torno al 55%. Los contratos que se realizan son precarios, a tiempo parcial, con bajos salarios y de muy corta duración (cerca de la mitad, el 43%, son de menos de 6 días). Más de 1,8 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro, el 40% de los desempleados no cobra prestación alguna, los jóvenes tienen que emigrar para encontrar empleo, las fronteras se cierran a miles de personas trabajadoras que vienen huyendo del hambre y la guerra, el derecho a la negociación colectiva se ve deteriorado por las últimas modificaciones legislativas y la situación económica, la economía sumergida se calcula que está en el 25,93% del PIB, la edad de jubilación se ha prolongado más allá de los 65 años, se está produciendo una media de 184 desahucios al día, personas jubiladas estafadas por las preferentes…

Ya Juan Pablo II nos advertía en “Laborem Exercens” de la necesidad de la defensa de la dignidad del trabajo y su centralidad. Hoy este mensaje tiene una vigencia plena: “El trabajo humano es una clave, quizá la clave esencial, de toda la cuestión social”. “Los pobres (…) aparecen en muchos casos como resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano: bien sea porque se limitan las posibilidades del trabajo –es decir por la plaga del desempleo–, bien porque se desprecia el trabajo y los derechos que fluyen del mismo.”

Este 1º de mayo está muy marcado por la falta de empleo y la mala calidad del que se crea, trabajo precario, temporal, a tiempo parcial, etc. La mercantilización del trabajo y las políticas que se vienen practicando, están quebrando el Estado de Bienestar, devaluando el Sector Público y recortando en servicios y prestaciones. Están profundizando la desigualdad estructural que sufren las familias del mundo obrero y del trabajo, continúan debilitando las relaciones laborales sin garantizar la seguridad de una vida digna para las personas, y están aumentando la vulnerabilidad que sufren las mujeres y los hombres del trabajo, especialmente sus sectores más débiles.

Estas duras realidades están ocasionando terribles costes humanos: Miles de familias que viven con ansiedad e incertidumbre, afectadas en sus relaciones por situaciones de tensión, angustia, estrés, depresión.

Una juventud que se siente sin futuro, y que está emigrando fuera del país afectada por el desempleo de larga duración y por la incapacidad de lograr independencia económica debido a la inestabilidad laboral y los bajos salarios. Familias a las que les son arrebatadas sus viviendas porque ya no pueden pagar las hipotecas. Trabajadores de otros lugares que deben volver a sus países de origen por falta de salidas laborales y perspectiva de futuro…

La sola recuperación de la economía no será suficiente para hacer efectivo el derecho al trabajo; más bien, lo que se está produciendo es una recuperación económica contra el trabajo, un empobrecimiento de la sociedad, el desarrollo de procesos de bajo costo en las relaciones de producción y consumo. El trabajo como derecho, en los términos y formas en que lo hemos conocido, no volverá, aun en el caso de que se produzca una recuperación económica. 

Se ha construido la economía de espaldas al trabajo y a las necesidades de las personas. Con los actuales niveles de desempleo, las personas nos vemos presionadas a trabajar bajo condiciones precarias, inseguras y con salarios indecentes. Y de la precariedad a la exclusión hay un margen muy pequeño.

Desde el Secretariado de Pastoral Obrera, consideramos que a pesar de la situación caótica en la que nos encontramos, también en esta realidad se desarrolla el Plan de Dios. El Reino de Dios ya está en nosotros y entre nosotros: tenemos que vivir el Reino. O dicho de otro modo: para salir de la crisis en que nos encontramos, el camino consiste en vivir, y ayudar a vivir al otro, como ciudadanos del Reino de Dios aquí y ahora.

Esto conlleva establecer relaciones de Comunión guiadas por la vivencia del Mandamiento Nuevo: un amor al prójimo que se fundamenta en el Amor de Dios (podemos amar porque Él nos amó primero). Vivir la comunión es la expresión del Reino de Dios en nuestras actividades cotidianas: empresas, familias, bancos, políticos y políticas, sindicatos, iniciativas de todo tipo…, que busquen comunión y que la construyan.

La comunión nos exige una transformación radical de nuestros modos de sentir, pensar y actuar. Esto es lo que necesitamos personalmente, como movimientos, en nuestra Iglesia y en nuestra sociedad.

El Papa Francisco, dirigiéndose a trabajadores italianos, les decía: “No os dejéis robar la esperanza ¡luchar por el trabajo!”. Y, es que, para construir una sociedad humana es ineludible luchar por el derecho al trabajo y un trabajo decente, tal y como lo ha definido Benedicto XVI en “Caritas in veritate” (n. 63).

La crisis nos llama no a salir de ella para volver a lo que teníamos, sino a construir un futuro nuevo, un mundo más justo y fraterno, un mundo que nos permita vivir como ciudadanos y ciudadanas del Reino de Dios.

Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera

Oración del Papa Francisco


Señor Dios, míranos,
mira esta ciudad,
mira nuestras familias.
Señor, a ti no te falto el trabajo de carpintero.
Fuiste feliz.

Señor, nos falta trabajo.
Los ídolos quieren robarnos la dignidad.
El sistema injusto quiere robarnos la esperanza.

Señor, no nos dejes solos.
Ayúdanos a ayudarnos entre nosotros.
Que dejemos el egoísmo
y sintamos en el corazón
el nosotros del pueblo que quiere ir adelante.

Señor Jesús que no nos falte el trabajo,
danos trabajo y enséñanos a luchar por el trabajo.

(Oración que el Papa Francisco rezo con los trabajadores en Cerdeña el pasado 22 de septiembre de 2013)

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