Hoy, día internacional del trabajo, a nivel
mundial, el pueblo sale a la calle clamando justicia, dignidad, trabajo digno
para todos y respeto a la dignidad de todas las personas, sobre todo a aquellas
que se encuentran en peores condiciones. Con el respeto más grande a todas las
formas de pensar, yo creo que los cristianos
debemos escuchar este clamor y unirnos a todos los que desfilan en las
manifestaciones, para pedir, junto con todos, ese mundo de hermandad y de vida
digna para todos, ese mundo que Dios quiere. Cuando el pueblo pide justicia,
está pidiendo, lo sepa o no, “venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en
la tierra como en el cielo”. Nosotros, los cristianos tenemos tantos motivos
como todos, o más, para manifestarnos y
luchar con todas nuestras fuerzas, por ese mundo que Dios quiere. Participar en
la manifestación no es el único medio para luchar por un mundo justo, hay
muchos más, pero el pueblo, desde hace siglos ve a los cristianos alejados de
los pobres. Ya es hora de que, los que seguimos a Jesús, nos encontremos y nos
reconciliemos con ese pueblo que piensa que somos insensibles ante sus grandes
preocupaciones y problemas.
Pepe Lozano
Consiliario Diocesano de la HOAC de Orihuela-Alicante
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