
La actual crisis del sistema financiero está causando sufrimientos e incertidumbres en todo el mundo y negando la posibilidad de una vida digna a millones de personas, de manera especial a los más débiles y desfavorecidos de la sociedad.
Como creyentes en el Dios de la vida no podemos permanecer impasibles antes esta situación ya que “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo” (GS 1).
Como ha dicho Benedicto XVI en su última encíclica “Caritas in veritate” “la crisis se convierte en ocasión de discernir y proyectar un nuevo modo……. Nos obliga a darnos nuevas reglas, a encontrar nuevas formas de compromiso” (CV 21) (acceder al documento completo)
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