El centro de estudios, en
su declaración de fin de año, alerta ante el riesgo de fractura social si los
recortes agudizan la pobreza. Al mismo tiempo destaca transformaciones
positivas y esperanzadoras que pueden ayudar a construir un modelo de sociedad
más justo y sensible a los más vulnerables.
El centro de estudios Cristianisme
i Justícia, impulsado por la Compañía de Jesús en Cataluña, acaba de
presentar su reflexión de fin de año. Con el título “Nuevas encrucijadas,
nuevos signos de esperanza”, el texto señala tanto los puntos que considera
más preocupantes de la actual situación económica y social como algunos signos
de esperanza que deberían ayudarnos a superar este difícil momento.
El documento advierte que “una
parte importante de la sociedad está pagando injustamente la factura de la
crisis”, configurando un “escenario de mayor pobreza y desigualdad” que
nos conduce a un riesgo de fractura social. Cristianisme i Justícia pide que se
consideren otras formas de salir de la crisis, más allá del discurso dominante.
Los últimos recortes y los que
se produzcan en los próximos meses “no hacen más que agudizar el drama
social”, asegura el texto, que se pregunta si debemos aceptar un modelo
social que expulsa a una parte significativa de su población por no poder
seguir el ritmo pautado por los poderes económicos. Aún defendiendo un modelo
de vida fundamentado en valores como la austeridad, la reflexión de CJ niega
que en nombre de la austeridad se puedan recortar servicios públicos que sirven
para garantizar determinados derechos sociales.
Cristianisme i Justícia también
señala la crisis de la política, que sometida al poder financiero y de los
mercados, no logra consolidar instituciones capaces de regular y controlar a
esos mercados. En el escenario internacional, preocupa la crisis de la deuda,
que ha hecho tambalear los cimientos de la Unión Europea, y el mundo multipolar
emergente, que plantea grandes desafíos como la democracia, el medioambiente y
la redistribución de la riqueza.
Junto a estas encrucijadas, el
texto apunta signos de esperanza que se han producido a lo largo del año.
Concretamente son el anuncio del fin de ETA, las “primaveras árabes”,
el fenómeno del 15-M como despertar ciudadano ante la situación política
y económica, y el aumento de formas de organización económica mucho más
democráticas, sostenibles y justas como la banca ética, el cooperativismo,
el consumo responsable o el comercio justo.
Cristianisme i Justícia
concluye su declaración con la formulación de algunos deseos, que surgen tanto
del análisis de la realidad como de los valores que defiende y promueve esta
institución. En primer lugar, “que las reflexiones y decisiones políticas se
tomen siempre desde los sectores más vulnerables y no en contra de estos”,
puesto que el incremento de las desigualdades puede llevarnos a un escenario de
fractura social.
En segundo lugar “que se
logre ir más allá de la “solución única” que, al parecer, sólo pasa por el
recorte de servicios públicos”. Y finalmente, “que el 2012 sea una
oportunidad para construir, desde las diferentes instancias un modelo de
sociedad más fraterno, justo y equitativo”.
Descargar documento “Nuevas
encrucijadas, nuevos signos de esperanza” (PDF) :
Sigue el debate sobre esta
reflexión en twitter con el hashtag #reflexioCJ
Más
información sobre Cristianisme i Justícia: en la nueva página web
www.cristianismeijusticia.net y en el dossier de prensa de CJ
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