Cada año mueren en el mundo 2.300.000
personas víctimas de accidentes y enfermedades laborales: 6.300 cada día. En
España cada día 2 trabajadores fallecen por accidente laboral, 14 sufren un
accidente grave y 44 son víctimas de una enfermedad laboral. En los últimos
diez años han muerto en accidentes laborales 11.522 trabajadores y
trabajadoras. Este hecho constituye uno de los mayores atentados contra la vida
en nuestro mundo. Es un crimen contra la humanidad. Lo es porque gran parte de
esos accidentes y enfermedades son evitables. No se producirían si el trabajo
se realizara en otras condiciones, si se organizara de otra manera, si se
utilizaran para evitarlo los conocimientos y los medios técnicos de que
disponemos.
El 28 de Abril, Jornada Mundial de la
Seguridad y la Salud en el Trabajo, pretende que no olvidemos este crimen y
asumamos la responsabilidad de hacer todo lo posible para acabar con él. Esta
jornada de denuncia y movilización sindical nos llama a que, cada día, tengamos
presentes a las víctimas y a sus familias, crezcamos en conciencia social de la
enorme gravedad de esta situación, reivindiquemos y luchemos por condiciones de
trabajo dignas y seguras para las personas. Su cercanía al 1º de Mayo es muy
significativa. El 1º de Mayo es un signo de la historia de la lucha por el
reconocimiento efectivo de la dignidad de las personas en el trabajo. Y
precisamente la negación de la dignidad de las personas en el trabajo es la
raíz del crimen contra la humanidad que son esos 2.300.000 personas que mueren
cada año víctimas de accidentes y enfermedades laborales.
«El derecho a un ambiente de trabajo y a
procesos productivos que no comporten perjuicio para la salud de los
trabajadores» es un derecho fundamental de las personas (Compendio de la
Doctrina Social de la Iglesia, 301). Derecho que es sistemáticamente violado. A
veces por condiciones horrorosas de trabajo, sin medida alguna de seguridad,
que provocan «accidentes» en los que mueren muchos trabajadores y trabajadoras (como,
por ejemplo, los frecuentes accidentes en minas de muchos lugares del mundo o
los incendios en fábricas textiles asiáticas). Otras por las malas condiciones
de trabajo y el incumplimiento de las medidas de seguridad, provocadas por la
creciente precarización del empleo (como ha ocurrido y ocurre en nuestro país
entre otros muchos). Pero también, en una situación como la actual, por el
chantaje permanente del desempleo masivo y el empleo al precio que sea, que
deterioran gravemente la salud de trabajadores y trabajadoras.
La raíz de esta situación está en la
violación de un principio fundamental de humanidad: el primer fundamento del
valor del trabajo es la persona, su sujeto; la persona siempre debe ser lo
primero en el trabajo y a ella debe subordinarse todo lo demás (Juan Pablo II,
«Laborem exercens», 6). La perversión de la economía que domina nuestra
sociedad, nuestro sistema de producción y consumo, es la negación de este
principio. Porque ha convertido el trabajo, ante todo, en un instrumento de rentabilidad
económica y lo organiza en función de obtener de él la mayor rentabilidad
económica. La rentabilidad es lo primero, no la persona. Así convierte a la
persona en un instrumento, la degrada como sujeto del trabajo, viola su
dignidad. Eso es lo que mata.
Por eso, para combatir este crimen contra la
humanidad lo más necesario es luchar por hacer verdad que «la realización de
los derechos del hombre del trabajo no puede estar condenada a constituir
solamente un derivado de los sistemas económicos, los cuales (…) se dejen guiar
sobre todo por el criterio del máximo beneficio. Al contrario, es precisamente
la consideración de los derechos objetivos del hombre del trabajo (…) lo que
debe constituir el criterio adecuado y fundamental para la formación de toda la
economía» («Laborem exercens», 17). Luchar por el reconocimiento efectivo de
los derechos de las personas en el trabajo, especialmente para aquellos
trabajadores y trabajadoras que sufren las peores condiciones laborales, es de
un valor inmenso para defender la vida.
Editorial Noticias Obreras
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