Esta
Asociación de ciudadanos/as melillenses trabaja por los Derechos Humanos desde
el 1996, año en que se fundó por distintos problemas que acuciaban a la ciudad,
entre ellos los problemas de los inmigrantes.
Como bien
sabe, Melilla es una de las puertas del sur de Europa. Su situación en el norte
de Marruecos hace que desde el inicio del decenio de los noventa, con la
entrada en vigor del Tratado Shenguen, se haya convertido en un polo de
atracción para miles de inmigrantes, fundamentalmente de África subsahariana,
pero también de diversos lugares del planeta, que huyen de guerras, hambrunas,
etc.
Esta
situación viene causando diversos problemas cívicos y sociales, que la sociedad
melillense, una sociedad pacífica, ha ido asimilando; aunque durante este
verano se han vivido las experiencias más trágicas que recordamos desde el año
2005, en que los saltos a las alambradas de los inmigrantes causaron un número
indeterminado de muertos y heridos.
Durante
este verano periódicamente han aparecido cadáveres de inmigrantes ahogados en
nuestra costa, incluidos niños de corta
edad, presumiblemente muertos cuando intentaban llegar a la ciudad a nado o en
pequeñas embarcaciones; también cabe presumir que el número de muertos por este
motivo ha sido mucho mayor, aunque sus cadáveres nunca aparecen por la acción
de las corrientes marinas.
También
durante este verano se han multiplicado las entradas en Melilla, por parte de inmigrantes
subsaharianos, saltando las alambradas; unas alambradas, en doble fila y de
seis metros de altura cada una, que se extienden a lo largo de los nueve
kilómetros de nuestra frontera terrestre con Marruecos, y constituyen un
verdadero elemento disuasorio para entrar en la ciudad, a parte de una
auténtica ruina económica y social para la misma.
No obstante
la peligrosidad de optar por este camino para entrar en Melilla, sabe usted
bien la cantidad de inmigrantes que jugándose la vida han entrado durante los
últimos meses. De los muertos y heridos habidos puede usted tener conocimiento
por el Servicio Público de Salud, y por la acción de una organización no
gubernamental de personal sanitario, que de forma absolutamente heroica viene
asistiendo a los inmigrantes en el lado marroquí de las alambradas, víctimas de
la represión gubernamental.
Durante
todo este tiempo se han estado dando mensajes ridículos desde la Delegación del
Gobierno, culpabilizando de toda esta situación a la “mafias”, sin más especificación,
como si estas “mafias” fueran la causa, y no la consecuencia, de un sistema de
represión instituido por los Gobiernos de los Reinos de España y Marruecos.
En efecto,
otro discurso habitual de la Delegación del Gobierno y de la Alcaldía-Presidencia
de Melilla es el de la importante colaboración existente entre ambos Gobiernos,
colaboración que no puede constatarse por las entradas que hay y, lo que es
peor, está causando muchos muertos y heridos.
La
colaboración entre ambos Gobiernos está, por tanto, actuando contra el derecho
a la vida de muchas personas; algo que debiera ser impensable en cualquier
Estado civilizado, pero que aquí es trágicamente real.
Es por ello
que desde esta Asociación pedimos al Ministro del Interior que, dando traslado al
resto del Consejo de Ministros, cese cualquier tipo de colaboración con el
Gobierno de Marruecos, que cause dolor y muerte en cualquier persona, y en
concreto a estos inmigrantes que, empujados por una vida insoportable en sus
países de origen, se están jugando la vida para llegar a Europa.
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