El Santo Padre comenzó esta mañana (por el 5 de julio) su
visita pastoral a la región italiana de Molise. Una visita que se desarrolla a la
enseña del lema ''Dios no se cansa nunca de perdonar'' y que se abrió con el
encuentro del Santo Padre, que había salido del Vaticano -en helicóptero a las
7.45- con el mundo del trabajo en la Universidad del Molise en Campobasso donde
fue recibido por las autoridades religiosas y civiles.
'Dios rompe los esquemas y si nosotros no tenemos el valor
de romperlos nunca saldremos adelante, porque nuestro Dios nos empuja a esto: a
ser creativos acerca del futuro''-fueron las primeras palabras pronunciadas por
el Papa- El lugar donde nos encontramos es la Universidad y esto es muy
significativo porque expresa la importancia de la investigación y de la
formación para responder también a los interrogantes nuevos y complejos que
plantea la crisis económica actual. Lo decía hace poco el joven agricultor que
ha decidido estudiar ciencias agrícolas y trabajar la tierra 'por vocación'. El
permanecer del campesino en la tierra no es un quedarse plantado; es establecer
un diálogo fecundo y creativo con su tierra... que la hace florecer y volverse
fecunda para todos nosotros... Este es uno de los grandes retos de nuestra
época. Reconvertirnos a un desarrollo que respete la creación. Lo veo en
América, mi patria: tantos bosques talados que se convierten en tierra que no se
puede cultivar, que no da vida. Este es nuestro pecado: explotar la tierra y no
dejar que nos de lo que tiene dentro ayudándola con nuestros cultivos.
El Papa se refirió después a otro desafío de nuestra época,
la conciliación del tiempo dedicado al trabajo y el dedicado a la familia. ''Es
un punto crítico -dijo- que nos permite discernir y evaluar la calidad humana
del sistema económico en el que nos encontramos y dentro de este ámbito está la
cuestión del trabajo dominical ''que no atañe sólo a los creyentes sino a todos
como elección ética... La cuestión es ¿cuál es nuestra prioridad? El domingo,
no laboral, indica que la prioridad no está en lo económico sino en lo humano,
en lo gratuito, en las relaciones no comerciales pero familiares, de amistad y
para los creyentes, en la relación con Dios y con la comunidad. ''Tal vez ha
llegado la hora de preguntarse si trabajar los domingos es una libertad
verdadera''.
''Hoy -añadió- quiero unir mi voz a la de tantos
trabajadores y empresarios... que piden un ''pacto para el trabajo’’... Muchos
puestos podrían recuperarse gracias a una estrategia concertada con las
autoridades nacionales, aprovechando las oportunidades que brindan las
normativas nacionales y europeas''.
Después, citando otra palabra clave pronunciada por un
trabajador, dignidad, afirmó: '' No tener trabajo no es solamente no tener lo
necesario para vivir, no. Podemos comer todos los días: vamos a Caritas, a esta
asociación, a esta otra y nos dan de comer. Pero el problema no es este; el
problema no es llevar el pan a casa: esto es grave. Nos priva de dignidad. Y el
problema más grave no es el hambre, aunque exista. El problema más grave es la
dignidad. Por esto tenemos que esforzarnos y defender la dignidad que nos da el
trabajo''.
Al final, el Papa dio las gracias por uno de los regalos que
le habían dado: una pintura que representaba una maternidad. ''La maternidad
lleva aparejado esfuerzo, pero el esfuerzo del parto está orientado a la vida,
está lleno de esperanza. Os doy las gracias no solo por este regalo, sino
también por el testimonio que representa. Un esfuerzo lleno de esperanza''.
Ciudad del Vaticano, 5 de julio de 2014 (VIS)
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