"Ha fallecido uno de los militantes que en su vida ha sido un verdadero testigo de la fuerza del Amor del Padre, estoy convencido y creo que Él lo habrá acogido en sus brazos de Padre y Madre. Que disfruté eternamente del Reino que tanto amó y por el que siempre entregó su vida.”
Enrique Abad, Consiliario Diocesano de la HOAC de Orihuela-Alicante
"y que los militantes muertos en el campo de honor del trabajo y la lucha, descansen en Paz."
Oración de la HOAC
Ingresó en el Seminario de Valencia en 1944, una vez que ya tenía aprobado
el ingreso y el primer curso, y se ordenó sacerdote el 26 de junio de 1955.
Tras unos meses de prácticas pastorales en la parroquia de San José de Pinedo,
en octubre de 1955 fue trasladado a las parroquias de Castell de Castells y
Famorca y, un mes después, a la iglesia de Tibi. En 1958 entró en contacto con
la HOAC y un año después organizaba un equipo de militantes en la parroquia.
Llegó a Elche, a la iglesia de San Juan Bautista, el día 7 de agosto de
1959. Su primera misa tuvo lugar en una antigua fábrica de alpargatas
reconvertida en templo de forma provisional mientras que se levantaba el
derribado durante el incendio de 1936. Poco después, se iniciaban los contactos
con grupos de militantes ilicitanos de la HOAC y de la JOC. Durante su paso por
la parroquia de San Juan, los militantes de los movimientos católicos se
caracterizaron por su intensa actividad, especialmente a través del llamado
Club de San Juan. Incluso llegaron a editar una hoja informativa en la que se
publicaba la homilía y algunos temas de interés para ellos, pero siempre sin
perder de vista los problemas laborales o políticos que afectaban a la ciudad
en esos momentos. La HOAC experimentó en esos años su época de mayor
crecimiento, e incluso, según algunas fuentes orales, se alcanzó el medio
centenar de militantes, muchos de los cuales se convertirían años después en
los principales actores políticos y sindicales de la Transición en Elche.
En septiembre de 1966 recibió una carta del obispo, Pablo Barrachina, en la
que le comunicaba su traslado a las iglesias de Formentera y Heredades porque
se estaba “desviando de la buena trayectoria sacerdotal”, y en noviembre de ese
mismo año llegó a su nuevo destino, que entonces, como recuerda, “estaba
considerado el Vaticano de la Vega”. Fue entonces cuando renunció a la paga del
Estado, que destinó a sufragar los gastos de la iglesia, y comenzó a vivir de
su trabajo como cualquier otro obrero. Las cosas no fueron mucho mejor allí. Si
en Elche ya había sido amenazado de muerte por algún político del régimen, en
la nueva parroquia sufrió una tentativa de homicidio. En agosto de 1970 el
obispo le acusó de “destrozar la parroquia” y le dijo que pidiera otro destino,
a lo que Vicedo respondió que, con la opinión que tenía Barrachina de él, no estaba
capacitado para hacerlo.
El 1 de septiembre de 1970 marchó de nuevo a la vendimia, en Francia, junto
a otros feligreses, como había hecho el año anterior. En 1971 fue nombrado
consiliario de la HOAC de la emigración en Suiza, y regresaría en 1980. En la
actualidad, está casado, tiene dos hijos, y continúa militando en la HOAC.
http://www.elche.me/biografia/vicedo-calatayud-antonio
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