En la HOAC de
Alicante, estamos muy agradecidos de poder contar contigo en este día José
Luis, o mejor, Hermano Cortés.
Cuando nos pusimos en contacto contigo, para que vinieras a
contarnos algo de Jesús, te sorprendías y nos decías que no acostumbrabas a dar
retiros, que eso no era lo tuyo, pero inmediatamente después te ponías a
nuestra disposición para organizar esto.
Hace años, algunos años, en plena búsqueda adolescente por
encontrar al Dios de Jesús, y por un amigo cayó en mis manos un libro de comics
sobre Jesús, ¡Qué bueno que viniste! que hablada en dibujos, porque los dibujos
hablan, de los prolegómenos del nacimiento de Jesús y sus andanzas en tiempo de
los judíos. En aquel momento no podía imaginar lo que podía significar para mi
vida de búsqueda del Dios verdadero, aquellas viñetas.
Con el paso del tiempo, agradezco aquel hallazgo.
Has sido una de ese puñado de personas, que a lo largo de
nuestra vida nos han ayudado a descubrir a Dios de otra manera, a lo mejor
hasta es así: sin pelo, con barba, con un triangulo en la cabeza,....y cuantas
cosas más. Has sido responsable, y no te lo echamos en cara, de que muchos de
los que estamos aquí, descubramos a Jesús como un Dios persona, cercano, lleno
de vida, preocupado por los problemas de la gente, caminando al lado de los
pobres de este mundo. Era un Dios, que tenía que decirnos algo en cada momento
en cada situación, en cada tiempo de la vida. Nos quitaste muchos miedos
adquiridos en la religión clásica, menos mal. Perdimos el miedo a llamar a Dios papaíto, a poder hablar con Él
sin tener que estar en un templo, a encontrarlo más allá de las cuatro paredes
de nuestra iglesia.
Nos ayudaste a tratar a Dios de otra manera, y es que el
Dios de tus viñetas es de este mundo, por eso nos sentimos
cercanos e involucrados con Él , con sus preocupaciones.
También nos has ayudado a descubrir la naturaleza, la
ecología como otra parte importante del
plan de Dios, y ahí también ha tenido algo que ver el hermano Francisco, el de
Asís; nos enseñaste a ser críticos con nuestra vida, con la Iglesia siempre
intocable, con nuestra sociedad, con nuestro políticos, con la democracia y
hasta nos ayudaste, aunque no todos te hicieron caso, a pensar a quién votar en las elecciones.
Nos dibujaste a Dios alegre, bailando, al lado de un cuadro
flamenco, rodeado de flores, de palomas volando, nos dibujaste una Iglesia más
sencilla, más de andar por casa, más
terrenal, nos invitabas a no tener miedo, ese Dios que nos pintabas, nos animaba
constantemente, nos acompañaba día tras día en los trabajos de cada uno. Era un
Dios luchador, no un amargado, empeñado
en tener vida, una vida digna, convencido de que si había vida, había
Reino, había esperanza, había utopía, y para eso no hacían falta muchas cosas,
muchos bienes...qué gran descubrimiento. A través de tus viñetas Dios nos
invita a ser completos, a desarrollad la inteligencia, el corazón, a ser
dioses...a proclamarlo en las calles, con megáfonos, a gritarlo desde las
terrazas...a gritar justicia, siempre tan escasa en todos los tiempos, a no
preocuparnos si por intentarlo nos persiguen los poderes de este mundo, dices
que vamos corriendo hacia el mundo del futuro.
A través de tu obra, nos has acercado al Señor, un Señor
como Dios manda.
Me gusta lo que dices en uno de tus libros: Con Jesús de
Nazaret (también llamado nuestro Señor Jesucristo) pasa como con el gazpacho,
que cada uno se lo monta a su manera, y tan rico, oiga. Y así tenemos "jesuses"
revolucionarios y también decididos partidarios de los enemigos de la
revolución, etc. y en eso andaremos siempre....
Creo que para los que estamos aquí, lo que Jesús hizo y
dijo, constituye una buena noticia de verdad y no un sermón de misa mayor.
La HOAC, sus militantes y amigos, como también muchas
comunidades de cristianos, intentamos cada día, ser portadores de esa buena
noticia del evangelio de Jesús para el mundo del trabajo, ese mundo obrero que hoy se está viendo pisoteado en
sus derechos, en sus organizaciones, y en su dignidad como personas, como hijos
de Dios.
Que el encuentro de hoy, sea un paso más por acercarnos a
esos bienaventurados de los que habla el Señor en su evangelio, y que cada uno
, cada una, encontremos en Él la fuerza y la esperanza para hacer posible entre nosotros el Reino de
Dios, una casa para todos y todas, una casa de hermanos y hermanas, donde a
nadie le falte lo justo para vivir.
HOAC Alicante, 2 de diciembre de 2011
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