Iniciativa Legislativa Popular para el Empleo Estable y con Derechos
“La invitación de la doctrina social de la Iglesia, empezando por la Rerum novarum, a dar vida a asociaciones de trabajadores para defender sus propios derechos ha de ser respetada, hoy más que ayer, dando ante todo una respuesta pronta y de altas miras a la urgencia de establecer nuevas sinergias en el ámbito internacional y local" (CV 25)
La crisis está rebajando el nivel y calidad del empleo, está reduciendo los derechos laborales y sus garantias, y reduciendo, también, las políticas sociales y los derechos públicos. Todo esto puede generar desesperanza e impotencia entre los trabajadores y sus familias, situaciones que, como señala Benedicto XVI en Caritas in veritate, pueden aumentar debido la falta de protección eficaz de los sindicatos, porque las organizaciones sindicales muestran serios problemas a la hora de poder defender, en la práctica, los intereses de los trabajadores. Estas dificultades surgen tanto de los cambios socioeconómicos, como del recorte de libertades sindicales en aras del beneficio económico de los gobiernos, o de la propia capacidad negociadora de los sindicatos. De ahí que la invitación a crear asociaciones de trabajadores que defiendan sus propios derechos, no sólo ha de ser respetada sino que exige una pronta y elevada respuesta. Los sindicatos, pese a sus problemas y limitaciones, siguen siendo interlocutores válidos en la mediación social, de ahí que también sean objetos de campañas de descrédito desde los medios de comunicación.
El Gobierno antepone el déficit público a la recuperación de empleo, fomenta una política de recorte en los salarios en los empleados públicos, congelación de las pensiones, ampliación de la edad de jubilación y el incremento del número de años para la cotización. Mientras se mantiene la inestabilidad económica, se invierten recursos públicos para garantizar la solvencia y reestructuración del sistema financiero, pero se dificulta la fluidez del crédito entre las pequeñas y medianas empresa y las familias. El poder politico claudica ante el poder financiero. Y sin embargo otra politica económica y social es posible mediante alternativas que no hagan recaer el peso exclusivamente en los trabajadores, los pensionistas, o los desempleados. Es posible fortalecer el sistema fiscal eliminando el fraude y la economía sumergida, incidiendo en las inversiones financieras y rentas de capital.
Va a surgir una Proposición de Ley de Iniciativa Legislativa Popular para el Empleo Estable y con Derechos. Es importante que tanto desde el mundo del trabajo, como desde la población en general se respalde tal iniciativa.
(Iglesia y Mundo Obrero. Hoja informativa del Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera de Córdoba. Marzo 2011)
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