La Hermandad Obrera de Acción Católica,
movimiento de trabajadores cristianos, apoya al colectivo de trabajadores y
trabajadoras de AFEMA en el intento de resolución del conflicto que mantienen
reivindicando el pago de sus salarios.
Asamblea trabajadores y usuarios AFEME |
Ayer celebramos
la Jornada Mundial por el Trabajo Decente
y eso es lo que estos trabajadores/as piden. Por eso queremos expresar con este
escrito nuestra solidaridad y cercanía
con una situación que es injusta para vosotros trabajadores y vuestras familias.
Los militantes de la HOAC, hombre y mujeres, andamos preocupados y ocupados en
responder a la necesidad de extender, en la Iglesia y en la sociedad, la lucha
conjunta por el trabajo decente, donde las personas sean el centro de las
decisiones.
“Es hora de favorecer las políticas de
empleo, pero es necesario, sobre todo, volver a dar dignidad al trabajo,
garantizando también las condiciones adecuadas para su desarrollo”. “Vosotros y vosotras trabajáis muchas veces
en lo pequeño, en lo cercano, en la realidad injusta que se os ha impuesto y a
la que no os resignáis, oponiendo una resistencia activa al sistema idolátrico
que excluye, degrada y mata. Vuestro trabajo hace que broten semillas de
esperanza sembradas pacientemente en las periferias olvidadas del planeta (la
de los enfermos mentales), de esos brotes de vuestra ternura que lucha por
subsistir en la oscuridad de la exclusión, crecerán árboles grandes, surgirán
bosques tupidos de esperanza para oxigenar este mundo.” Estas últimas
palabras son del Papa Francisco pero
las hacemos nuestras porque muestran bien lo que estáis haciendo. Y os lo
agradecemos, porque padecéis la injusticia pero lucháis contra ella sin
resignaros.
En la HOAC
andamos queriendo ayudar a tomar conciencia de cómo repercute la configuración
actual del trabajo en las personas, sus familias y en la sociedad. Y para ello
tenemos que visibilizar la realidad dura
del trabajo para que sea central en el debate político y social. La
situación en que os encontráis es un ejemplo evidente.
Vuestra lucha
por un trabajo decente, que respete la dignidad de las personas que lo
realizáis, os honra. Por eso os pedimos que no os canséis y acompañamos vuestra
lucha. Seguid con ella nos hace bien a todos y a todas. Nos comprometemos a
difundir vuestra situación y a colaborar con la huelga indefinida que estáis
llevando a cabo.
Recibid un
abrazo grande. Tan grande como vuestra dignidad.
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